El cambio no está en perseguir un ideal, sino en regar lo que ya vive dentro de ti.
¿Y si no se trata de perseguir, sino de despertar?
Durante años creí que mi propósito estaba fuera.
En un lugar al que tenía que llegar.
Un sitio llamado “mi sueño”.
Corrí detrás de esa idea como muchos lo hacemos: con esfuerzo, con fe, con cansancio…
Hasta que entendí que lo verdaderamente importante no estaba tan lejos.
Mi talento siempre estuvo conmigo.
Solo necesitaba tiempo, cuidado y confianza para crecer.
El sueño como mito moderno
Vivimos en una cultura que idolatra los sueños.
Nos dicen que luchemos por ellos, que no miremos atrás, que todo llega.
Pero rara vez nos advierten de lo contrario:
que perseguir un sueño sin conocerte a ti mismo puede dejarte vacío.
Y no es solo una sensación personal.
Según InfoJobs, solo el 28,7 % de los trabajadores en España se declara satisfecho con su trabajo.
Más de la mitad se siente mal pagado y sin propósito real en lo que hace.
👉 Ver informe
El talento es tuyo. Y ya está aquí.
A diferencia del sueño, que a veces parece inalcanzable, el talento ya está dentro de ti.
No es un privilegio de unos pocos.
Todos tenemos uno.
- Puede ser tu forma de escuchar.
- Tu sensibilidad para leer a las personas.
- Tu capacidad para organizar, para inspirar, para crear desde cero.
El talento no se busca. Se reconoce.
Y luego se cultiva.
No esperes al final para sentirte pleno
Cuando trabajas desde tu talento, no necesitas que llegue “el gran momento” para sentirte realizado.
La satisfacción está en el durante.
En cada paso, en cada persona que ayudas, en cada pequeño logro que construyes desde lo auténtico.
Las cifras lo confirman: falta conexión, no solo sueldo
Según un estudio de Gallup citado por El País, solo el 10 % de los trabajadores en España se sienten comprometidos con su empleo.
Y más del 20 % se declaran enfadados a diario en su entorno laboral.
No es solo una cuestión económica.
Es una desconexión con lo que somos y con lo que damos al mundo.
¿Y si el sueño fuera una consecuencia, no una meta?
Cuando empiezas a sembrar tu talento, las oportunidades llegan solas.
No como un golpe de suerte, sino como una consecuencia lógica de tu coherencia.
No necesitas correr más.
Solo necesitas mirar dentro.
Pregúntate esto hoy
Si te sientes estancado, desmotivado o frustrado…
Párate. Respira. Y pregúntate:
¿Qué talento tengo que aún no me he atrevido a cuidar de verdad?
No se trata de abandonar tus sueños.
Se trata de cultivar lo que te hace único.
Y dejar que, desde ahí, crezca todo lo demás.
Porque el talento es tu presente.
Y el sueño, cuando te encuentra, ya no pesa.
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— Cipri